Etiquetas

sábado, 28 de noviembre de 2015

Bizcocho de chocolate y platano

¿Tenéis un par de plátanos maduros y os da pena tirarlos? ¿Os gusta el chocolate? Si respondéis sí a las dos preguntas tengo la solución: Un bizcocho de chocolate y plátano FRD: Fácil, Rápido y Delicioso.


Ingredientes 

2 huevos
2 plátanos maduros
1 yogurt natural (125 gr.)
2 vasos de azúcar (250 gr.)
1 sobre levadura en polvo
3 vasos de harina (375 gr.)
30 gr. de chocolate puro en polvo
1 vaso de aceite (125 gr.)
1 poquito de sal

Cobertura de chocolate:
100 gr. de chocolate puro para cobertura (mínimo 75%)
100 ml. nata para montar
50 gr. mantequilla

Elaboración

Machacas los plátanos maduros con un tenedor hasta obtener una pasta. 

En un bol añades los huevos y vas batiéndolos uno a uno. A continuación el azúcar y mezclas bien. Sigues con yogurt, la harina tamizada con la levadura, la pizca de sal y el chocolate en polvo. Añadimos el puré de plátano.

Por último, incorporamos el aceite y se bate todo muy bien.

Pasamos la mezcla al molde para bizcocho elegido y lo introducimos en el horno precalentado a 180 gr durante unos 45 minutos.

Como en todos los bizcochos, es importante no abrir el horno hasta que haya subido y para saber si está basta con pincharlo con un pincho fino y si sale limpio, lo tenemos preparado.

Para la cobertura de chocolate: ponemos a calentar la nata y antes de que hierva la sacamos del fuego, añadimos el chocolate en trozos juntos a la mantequilla en pomada y mezclamos bien hasta obtener una crema homogénea.

Con una espátula cubrimos la tarta una vez enfriada y decoramos.



Trucos:

Yo utilizo el mismo vaso del yogurt como medida para el resto de los ingredientes.

Esta receta os puede servir para otros bizcochos sólo hay que sustituir los plátanos por un huevo más. 

Si queréis que aún sepa más a plátano, el yogurt puede ser de este sabor.

También acepta bien que añadamos nueces, pasas...

Otra opción para los más golosos es que cortéis la tarta en dos y cubráis una parte con nocilla. En este caso os recomiendo que pongáis un poco menos de azúcar, como un vaso y medio, porque si no sale muy muy dulce...


domingo, 22 de noviembre de 2015

Bacalao a la mantequilla de trufa

Cuando estuvimos en el lago Constanza este verano pasado, en un pequeño mercado vimos a unos italianos en un puesto vendiendo productos elaborados a partir de la trufa negra, desde salchichones, panes, aceite.... Nosotros decidimos comprar mantequilla de trufa y la he utilizado varias veces en diferentes platos, pero el resultado en este es de los que más me ha gustado.

Al utilizar mantequilla en lugar de aceite de oliva conseguimos una textura más untuosa pues ha combinado muy bien con la propia gelatina que suelta el pescado al calentarse lentamente en el horno y por otra parte, la trufa le ha añadido un sabor potente pero a la vez ha suavizado la salmuera del bacalao.

Con las patatas que he añadido de acompañamiento, ha ocurrido algo parecido, pues la trufa ha conseguido aportar todo su aroma y sabor a estas patatas que de por sí son algo sosas.

Así que, una vez más, una receta FRD: Fácil, Rápida y Deliciosa.


Ingredientes para dos personas

400 gr. de bacalao desalado (tres lomos)
50 gr. de mantequilla
50 gr. mantequilla de trufa
500 gr. patata pequeña de guarnición
1 lata de champiñones laminados (100 gr.)
1/2 cebolla
queso rallado (parmesado, manchego semicurado...)
sal
pimienta

Elaboración

Las patatas las vamos a hacer al vapor en el propio microondas, por lo que bastará con lavarlas bien, las envolvemos en plástico film especial para la cocina y las metemos en el microondas en una fuente colocándolas en hilera algo separadas y con un poquito de agua en el fondo para que se haga vapor. Dependiendo de la potencia de vuestro micro serán de 8 a 15 minutos. Para comprobar que están en su punto, basta con empujar un poco con el extremo de una cucharas y si ceden ya las tienes. Aquí, no pincho con el tenedor para no romper el plástico por si aún no están listas.

Otra forma más tradicional que podéis utilizar, es cociéndolas en una cazuela con agua hirviendo y un poco de sal. Se  tarda de 15 a 20 minutos desde que el agua hierve.

Y por último, venden bolsas con las patatas ya cocidas y peladas. Que es otra buena opción para aquellos que no tenemos mucho tiempo.

Vamos a preparar la guarnición que acompaña a las patatas, para lo que vamos a utilizar la cebolla cortada en juliana. La dejamos pochar a fuego medio y cuando tome color amarillo, añadimos los champiñones laminados. Si podéis utilizar champiñones frescos o incluso setas, queda de lujo. Tienen que quedar algo duritos porque luego van al horno.

En una bandeja para el horno engrasada con un poquito de mantequilla, ponemos de fondo la cebolla con los champiñones, a modo de cama.

En 25 gr. de mantequilla diluida añadimos 25 gr. de mantequilla de trufa y mezclamos bien. Para derretir la mantequilla podéis utilizar el micro, con unos 20 segundos será suficiente.

En la bandeja que tenemos preparada, colocamos las patatas y echamos por encima la mantequilla diluida repartiéndola bien ayudándonos de una brocha. Salpimentamos y echamos por encima el queso rayado para gratinar.



Para el bacalao, utilizamos los lomos desalados. Yo he escogido dos grandes y el tercero lo he cortado en dos para repartirlo a cada uno de los comensales.

En otra bandeja para horno engrasada con mantequilla colocamos los lomos con la piel hacia abajo y preparamos de nuevo la mantequilla como antes. La repartimos bien por los lomos y por último salpimentamos.

Ponemos ambas bandejas en el horno precalentado a 180 gr. y en unos 10 -12 minutos lo tenemos.


Trucos:

La mantequilla de trufa no es tan difícil de conseguir, pues yo la he visto en tiendas gourmet y en algunos mercados navideños. Pero si no la conseguís, podéis hacer este mismo plato pero utilizando sólo mantequilla normal y os saldrá también estupendo o bien con un poco de aceite de oliva.

La primera vez que hice la receta, me emocioné con la mantequilla de trufa y salió muy fuerte, por eso ahora la diluyo en mantequilla normal. 

Acordaros de que el bacalao sea desalado, que ya podéis comprar así o bien tendréis que hacerlo vosotros. Es fácil aunque algo engorroso.

Para desalar el bacalo tenéis que quitar la sal lavándolo con cuidado en el grifo bajo el chorro de agua fría. En un recipiente lleno de agua fría introduces el bacalao y a la nevera por unas 12 horas. Cambias el agua y otras 12 horas. Y así por tres días. En total 3 días pendiente del bacalao y 6 cambios de agua... bufff.

Por último, quiero dar las gracias a Ricard de la bodega Rimarts por su recomendación y por su excelente cava Rosae que hemos probado con esta receta y emparejan a las mil maravillas. Es un cava muy especial, con un aroma ahumado que sorprende pero que te engancha. Nada que ver con los cavas tradicionales. Definitivamente, es para los más atrevidos pero merece la pena ser valiente.



Si queréis saber más de esta bodega y sus grandes cavas, os dejo el enlace:

http://www.rimarts.net/es/






lunes, 2 de noviembre de 2015

Pollo a la cerveza

El pollo a la cerveza es de las primeras recetas que me atreví a hacer solita y de las primeras que hice mía, es decir, que modifiqué a mi gusto.

Así que, aunque haya muchas versiones, esta es "mi versión" de la que me siento muy orgullosa porque siempre ha sido un éxito seguro, además de FRD: Fácil, Rápida y Deliciosa... 

Por cierto, es apta para todos, incluidos niños y embarazadas, porque el alcohol de la cerveza se evapora al cocinar, pero si os queréis quedar tranquilos, también la he preparado con cerveza sin alcohol, aunque fue porque no tenía otra.



Ingredientes para 4 personas

1 muslo y 1 contramuslo por persona
1 pimiento verde italiano
1 puerro
1 cebolla
2 cabezas de ajo
1 tomate
2 patatas medianas
1 bote/botella de cerveza (33cl) 
sal y pimienta
1 hoja de laurel
aceite

Elaboración


Pedimos al pollero que nos corte los muslos y contramuslos en trozos porque así nos facilitará luego el repartirlos y quedan más jugosos.

Los bañamos con un chorrito de aceite y salpimentamos. Reservamos.

Cortamos la cebolla en trozos pequeños. A mi me gusta mucho su sabor, pero no me gusta encontrármela, así que la pico mucho. Lo mismo con el puerro.

Ponemos una cacerola con un poquito de aceite y añadimos la  cebolla y el puerro, para que se vayan haciendo a fuego medio.

Limpiamos el pimiento, quitamos el pedúnculo así como las semillas y nervios, cortamos en trocitos. 

Cuando la cebolla vaya cogiendo color, añadimos el pimiento.

Con el tomate, lo pelamos, quitamos las semillas y lo cortamos también en trozos pequeños. 

Mientras el pimiento se irá poniendo blandito, así que añadimos el tomate y dejamos que sofría a fuego lento, para que los aromas y sabores vayan tomando cuerpo.

Cuando las verduras estén ya blanditas y el tomate se haya incorporado, subimos el fuego y añadimos el pollo que se irá friendo pero sólo para sellarlo.

Pelamos las patatas, las cortamos en gajos y una vez sellada la carne, las añadimos a la cacerola.

Es el momento de nuestra protagonista: la cerveza. La vamos añadiendo mientras removemos hasta que cubra. 

Por último la hoja de laurel. Bajamos el fuego y dejamos que vaya cociendo. 

Después de unos 20 minutos ya ha tomado consistencia la salsa y las patatas estarán blandas, lo que podéis comprobar pinchando con un tenedor. Si no ofrece resistencia están en su punto.

Si la salsa os ha quedado líquida, podéis espesarla utilizando un poquito de harina de maíz de preferencia, removéis bien hasta que se incorpore la harina y dejáis unos minutos para que espese.

Listo para disfrutar.